BIENVENIDO

Esta experiencia de lecturas y comentarios enriquecerá tu vida de una manera trascendental

lunes, 27 de septiembre de 2010

jueves, 23 de septiembre de 2010

LA IDEA DE INVESTIGACIÓN.

Cómo generar ideas para una investigación

Existe una gran variedad de formas de generación de ideas de investigación Social. Entre ellas, las experiencias individuales, la práctica de una profesión, teorías, experimentos, otras investigaciones, conversaciones con amigos o personas, observación de hechos, presentimientos, la vida cotidiana; entre otros. La idea puede surgir de donde se congregan grupos, la misma dinámica de la sociedad en su quehacer cotidiano y los problemas evidentes que aquejan a la sociedad. La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren análisis cuidadoso para que sean transformadas en planteamientos más precisos. Para esto, es necesario que el investigador se introduzca en el área de conocimiento para tener condiciones para precisar su idea sobre la investigación.
Conocer lo que se ha escrito sobre un tema ayuda a:
1. No repetir una investigación ya realizada o que se ha estado realizando repetidamente por muchas personas.
2. Estructurar formalmente la idea de investigación.
3. Seleccionar la perspectiva principal desde la cual se abordará la idea de la investigación.
Es evidente que cuanto más se conozca el tema mejor, el proceso de afinar la idea será más eficiente y rápido. Los temas ya investigados requieren planteamientos más específicos por lo que se requiere:
1. Encontrar los documentos o escritos, teorías, etcétera; que reportan los avances de conocimiento.
2. Identificar los temas ya investigados pero menos estructurados. Y formalizados.
3. Temas poco investigados y poco estructurados.
4. Temas no investigados.

martes, 7 de septiembre de 2010

LA HONESTIDAD.

Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas. Pero, no debemos olvidar que, los valores deben primero vivirse personalmente, antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.

Recordemos que el valor de la honestidad:
Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quién lo que le es debido.

La persona que es honesta puede reconocerse por:
- Ser siempre sincero, en su comportamiento, palabras y afectos.
- Cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos voluntarios.
- Evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a las personalidad de los demás.
- Guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales.
- Tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.

Parte importante de nuestro esfuerzo personal para mejorar este valor, es reflexionar en nuestra actitud habitual hacia la honestidad:

- ¿Aprovecho el tiempo trabajando con intensidad? y profesionalmente evito aparentar ocupación para no recibir llamadas de atención?
- ¿Cumplo con la promesa de no revelar confidencias recibidas, sean personales o profesionales?
- ¿Evito aprovecharme de la ignorancia, el descuido, las debilidades o el exceso de confianza de los demás?
- ¿Devuelvo con oportunidad y en buen estado, todo lo que he recibido en préstamo?
- ¿Reparo el daño causado a los bienes ajenos por mi descuido o pereza?
- ¿Rechazo toda murmuración o comentarios que afecten a la reputación de los demás?
- ¿Procuro hablar siempre bien de las personas?
- ¿Es mi comportamiento igual con todas las personas y en todo lugar?

Si tus respuestas son mayoritariamente positivas, entonces estás siendo una persona honesta y formas parte del grupo de seres humanos que necesitamos para vivir en armonía con el prójimo.